Que yo actué bien y él no
Ah no!, de acá yo no me muevo.
Que por cuestión de piel, de sexo, religión
¿A quién le vamos a tirar una pared
cuando ya no nos quede nadie?
Tal vez un perro fiel a cambio de comer
soporte hasta lo insoportable.
Temiendo ser peor, temiendo ser mejor,
temiendo al fin, siempre temiendo.
Viviendo en el ayer, aletargando el hoy.
Sí, Víctor, sí, sobreviviendo.
Juzgando al por mayor,
te alejás más y más
del jucio que más importa.
Que es el juicio interior.
Que es el que hay que afrontar
siendo parte de esta torta.
La atribuís el groove de un riff,
ciento por ciento
a la paz de la nicotina.
Hipocondría maternal y paternal.
Hereditaria vitamina.
Los placeres te acortan la correa.
Y vos que te pensás un indomable.
¿Qué gracia tiene andar por esta sociedad
jactandose de responsable?
Si como un pulpo vas,
tirando piedras,
no hay dónde esconder tantas manos.
Es mejor asumir
la cobardía de huir,
a la responsabilidad de vivir.
No importa cuánto me puedas alejar de la realidad.
Yo siempre vuelvo.
Psicología infernal; picante, dulce y sal.
Pero despierto y ya no vuelvo.
Pasado el tiempo al fin,
el espejo devuelve
una imagen más familiar.
Voy eligiendo a gusto
y alternando puede haber picante, dulce y sal.
Me bato a duelo con quiém diga que voy bien,
porque hay rachas en esta vida.
Soy grande y qué señor no vaya a confundir
la soberbia con la autoestima!
Que la soberbia mira desde más arriba
y no llora penas ajenas.
En cambio el autoestima se transmite
y contagia a cualquier persona buena.
Juzgando al por mayor,
te alejas más y más
del juicio que más importa.
Que es el jucio interior,
que es el que hay que afrontar
siendo parte de esta torta.
Si como un pulpo vas.
Tirando piedras
no hay dónde esconder tantas manos...
Es mejor asumir
la cobardía de huir,
a la responsabilidad de vivir. !
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