Si nos portamos bien, está prometido, seremos todos iguales, sin distinción de raza, color, sexo, idiOma, religión ni opinión. Todos veremos las mismas imágenes y escucharemos los mismos sonidos y vestiremos las mismas ropas y comeremos la misma comida y estaremos solos de la misma soledad dentro de casas iguales en barrios iguales de ciudades iguales donde respiraremos la misma basura y seremos conducidos por los mismos automóviles y programados por las mismas computadoras, en un mundo que será maravilloso para todo lo que no tenga piernas ni patas ni alas ni raíces.
La única igualdad posible.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario