El maestro de los payasos, estará presente en nuestras canciones, bailes y actuaciones. En cada uno de nuestros abrir y cerrar de telón, en nuestras sonrisas y, sobre todo, en nuestro corazón.
Porque el teatro entro en mi vida, pero fue él quién me abrió la puerta al teatro. Más que un actor, más que un director, aquel que con la magia de su sonrisa y la profundidad de sus palabras enseña que vivir implica mucho más que el simple hecho de existir.
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